Objetivos SMART y consecución de metas
Tener metas es la clave para una vida feliz y satisfactoria. Cuando alguien afirma no ser feliz posiblemente sea porque no se ha propuesto un objetivo específico en su vida, sino que se limita a desarrollar una actividad tras otra sin centrarse en nada concreto.
Es fácil caer en la trampa de estar muy atareados, creyendo que avanzamos. Sin embargo, el verdadero crecimiento siempre va unido a la certeza de que tenemos unas metas que nos guían y de que nos dirigimos hacia ellas.
¿Sabes qué es el Sistema de Activación Reticular (SAR)?
Se trata de un mecanismo de nuestro cerebro humano, una especie de sistema automático de consecución de metas.
El sistema de activación reticular se encuentra en el córtex de nuestro cerebro; cuando le enviamos un mensaje relativo a nuestra meta se pone en marcha un proceso que determina aquello en lo que nos vamos a fijar y a lo que prestaremos atención, aumentando nuestra consciencia y alerta ante todo aquello (personas, información y oportunidades) de nuestro entorno que nos ayudará a conseguir nuestras metas.
Por ejemplo, si estás pensando en tener hijos y quieres quedarte embarazada, cuando vas por la calle no paras de ver a mujeres embarazadas. Evidentemente siempre hay una proporción similar de mujeres embarazadas entre la población, pero hasta ese momento no te fijabas en ellas.
Pues bien, el objetivo es utilizar tu SAR para que trabaje a tu favor y te ayude a conseguir tus objetivos.
Para conseguirlo, es necesario tener foco y determinar objetivos SMART para poder avanzar hacia tus metas.
Cómo formular objetivos SMART
Si formulas tus objetivos al estilo SMART aumentarás tu eficacia en un 500%.
“SMART” significa en inglés inteligente y al mismo tiempo es un acrónimo de:
- Specific – específico
- Measurables – medible
- Achievables and Attainable – factible y conseguible
- Relevant – relevante
- Timed – acotado en el tiempo
Es importante que escribas en un papel tus objetivos.
Para poder formularlos correctamente, deberás tener en cuenta estas 8 recomendaciones:
1) Sé concreto y preciso, muy preciso. Precisión= claridad=magnetismo y eficacia. Si deseas que tu empresa tenga más éxito, escribe en qué se traducirá dicho éxito (ej. beneficios económicos x, número de clientes z, etc.). Describe, por ejemplo, tu cliente ideal, tu coche ideal, tu trabajo ideal, etc. Si temes equivocarte o limitarte siendo tan preciso, no te preocupes. Definir claramente lo que queremos atraer, atraerá precisamente aquello que necesitamos, incluso si no es exactamente en lo que pensábamos al inicio.
2) Deben ser medibles. Si tu objetivo es “Ganar más dinero”, “Mejorar mi aspecto”, ten por seguro que será muy difícil que signifique algo para tu mente. Debes precisar “Quiero ganar un 50% más de mi sueldo neto mensual en un año”, por ejemplo, o “Quiero perder 3 kilos en 4 meses y hacer 4 veces por semana 15 minutos de ejercicios de flexibilidad”.
3) Escribe tus objetivos en presente, como si ya los hubieras logrado. Cambia el “Quiero…” “Me gustaría…” “Desearía…” por “Soy…” “Me he convertido en…” “Tengo…”. Seguro que te da la sensación de que mientes (un poco), pero no te preocupes, la sensación es normal, simplemente haz “como si” ya lo hubieras logrado.
4) Redáctalos en positivo. En lugar de “no quiero que…” o “quisiera que esto o aquello no ocurriese…”, escribe lo que sí quieres. Es fácil dejarse llevar por el juego de decir lo que no queremos en lugar de lo que queremos. Así que para cada meta que hayas formulado en negativo, pregúntate qué quieres por encima de todo. Es importantísimo hacerlo así.
Fíjate metas que creas que puedes lograr y que estén bajo tu control. Factibles, realizables. Tienen que ser ambiciosas, atractivas, motivadoras pero también realistas. Si te planteas ahorrar 100.000 euros en un año y te parece realista, adelante, pero si tu sueldo actual apenas alcanza los 30.000 euros, será mejor que establezcas otra cantidad de ahorro. Si nuestros objetivos nos parecen irrealizables, ¿cómo vamos a concretarlos? Es esencial creer en nuestras metas.
5) Relevantes y motivadores. Si tu objetivo financiero es ganar 5 euros más al mes, seguro que podrá ser factible, pero seguro también que no será motivador. ¿Cómo te vas a comprometer y esforzar para conseguir un objetivo tan modesto? Por lo que un buen objetivo debe ser una mezcla entre lo realizable y el estímulo para conseguir lo mejor de nosotras mismas. Debe ser estimulante, motivador, debe forzarte a salir de tu zona de confort y ayudarte a crecer.
6) Acotados en el tiempo. Tu objetivo debe tener una planificación temporal. Habrás observado que cuando tenemos un calendario nos activamos de manera diferente que cuando no lo tenemos. Si no tenemos una fecha marcada, si no nos marcamos un límite temporal, podemos caer fácilmente en la tentación de posponer: “Ya lo haré otro día, total qué más da antes o después”. Define con precisión el plazo temporal que te das para cumplir con tus objetivos: 3 meses, 1 año, 8 años.
7) Alineados con tus valores. Como vimos en el módulo 6, nuestros valores representan lo que de verdad es importante para nosotros, lo que queremos vivir y sentir en nuestras vidas. Cualquier objetivo que entre en conflicto con nuestros valores estará destinado a la larga al fracaso, porque conseguir dicho objetivo conllevará una profunda sensación de malestar. Si tengo la posibilidad de obtener un gran beneficio económico, por ejemplo, a costa de engañar a un amigo, y para mí la honestidad y la lealtad son valores muy importantes, evidentemente no lo haré, o me sentiré muy mal ganando ese dinero.
8) Debe ser divisible en submetas u objetivos intermedios. Si de camino hacia la meta final creamos metas intermedias será más fácil llevar un seguimiento de nuestro trabajo, ver en dónde nos encontramos, ver qué distancia nos queda, si las acciones que emprendemos son las adecuadas o no. Cuanto más grande y ambicioso sea un objetivo más importante es subdividirlo en pequeños objetivos alcanzables. Nos ayudará a elaborar nuestro primer borrador de nuestro plan de acción para el éxito.
La importancia de tener objetivos en todas las áreas de la vida
Es importante tener metas en todas las áreas de nuestra vida: emocional (pareja, familia, amigos), intelectual (actividad profesional, crecimiento personal, formación), espiritual (valores, aficiones, ocio), física (salud, energía, finanzas), etc. Y tratar de compaginar metas a corto, medio y largo plazo.
Como decía Napoleón Hill, “hay una cualidad que se debe poseer para ganar y es la claridad de propósito; saber qué se quiere y desear ardientemente poseerlo.”
Recuerda que todos los consejos que te traigo todas las semanas requieren de práctica y de tu compromiso para llevarlos a cabo.
Así que ahora te toca a ti. Cuéntame en los comentarios como lo llevas y si te ha resultado útil este artículo.
Y si te ha gustado, dale a me gusta y compártelo para poder ayudar a otras personas a encontrar la solución a aquello que le atormenta.
También puedes recibir directamente en tu email herramientas para sentirte bien y expandir tu potencial.
Encontrarás:
- Consejos exclusivos. Que no encontrarás ni en el blog, ni en el podcast, o en mi canal de YouTube.
- Ejercicios y retos para acompañarte en tu crecimiento personal a lo largo del año.
- Ofertas exclusivas de mis cursos, libros y eventos.
- Webinares gratuitos a lo largo del año donde podrás preguntarme lo que quieras.
Déjate acompañar.
¡Fortalece tu compromiso de cambio ahora!
¡Recuerda! Todo empieza en ti.